Un año de pesadilla para Charles Leclerc

Por Mauro García Forti

Todo estaba listo para comenzar la carrera, las agujas del reloj marcaron las dos de la tarde en Sao Paulo y los veinte monoplazas arrancaron para dar la vuelta de formación, la fanaticada alentaba cada vez más fuerte al paso de los coches, pero en la subida del inicio del segundo sector del circuito un grito ahogado se oyó en la grada y al instante las cámaras se encargaron de mostrar qué había pasado, el Ferrari de Charles Leclerc estaba estrellado en las protecciones.

Un problema hidráulico en su SF-23 mandó al monegasco directo al muro cuando iba a salir desde la segunda posición, una oportunidad de oro para recortar puntos a Mercedes, que en el Circuito de Interlagos estaba sufriendo con la degradación de neumáticos.

“¿Por qué tengo tan mala suerte?” se lamentaba por la radio. Y la verdad es que en cierta manera es cierto que este no ha sido el año de Charles. Cuando la máquina lo ha acompañado y la estrategia de Ferrari no ha sido un desastre, “Il Predestinato” ha rendido a las mil maravillas, pero cuando llegue el final de curso en Abu Dabi, no cabe ninguna duda que no extrañará el auto que ha manejado este 2023.

Si repasamos la temporada de Leclerc, vemos que ha tenido problemas de todo tipo, en Bahréin cuando marchaba en puestos de podio su motor dijo basta, en Australia en la arrancada fue golpeado por Stroll y se quedó atrapado en la trampa de grava, en los Países Bajos se vió obligado a retirar el coche por un problema mecánico, en Estados Unidos luego de una carrera muy buena, fue descalificado luego de que se comprobara que la pieza de madera del suelo del monoplaza no tenía  el grosor establecido por el reglamento y ahora en Brasil esto.

Para la próxima temporada, Ferrari tiene muchas materias pendientes que reparar. La primera, el rendimiento. La creación de los de Maranello ha funcionado en ciertos circuitos, pero no está para nada cerca de competirle un campeonato del mundo a Red Bull. En segundo lugar, la fiabilidad. La Scuderia ha perdido oportunidades muy valiosas de ganar puntos esta temporada y las opciones de ser segundos en el Campeonato de Constructores se reducen cada vez más. Por último y quizá la más importante de cara al futuro, la estrategia.

El equipo de estrategia de la escudería italiana hace años que necesita una revisión en profundidad, son tantos los fallos que cometen que ya se han convertido en un “meme” en las redes sociales. Las carreras se ganan en la pista, pero si no hay un buen plan para la prueba será muy difícil para los hombres de rojo llegar a conseguir algo. Claro ejemplo el de Charles, quien ha perdido muchos puntos a lo largo del año debido a los constantes errores en el muro de ingenieros.

Un año así pesa en la cabeza de un piloto, sobre todo uno con la calidad de Leclerc, que debería estar luchando por campeonatos pero en vez de eso sólo puede resignarse y esperar a que el 2024 sea su año y el de Ferrari.

Tanta mala suerte para el monegasco quizá necesite un milagro para revertirla y hasta el propio piloto lo reconoció, pues con tono bromista afirmó que empezaba a planear un viaje al Santuario de Lourdes. Sólo queda esperar a que el peregrinaje le traiga a la joven superestrella una próxima temporada con mayor fortuna y pueda llevar de nuevo a la escudería de italiana a lo más alto del podio..

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