Italia despierta cuarenta y siete años después

Por Mauro García Forti

El tenis italiano está de regreso, el grandísimo esfuerzo económico en formación de tenistas que ha puesto sobre la mesa la Federación Italiana de Tenis ha dado sus frutos, porque finalmente, el país transalpino se ha llevado la segunda Copa Davis de su historia.

Este equipo, conformado por varios de los grandes de estas dos últimas generaciones como Simone Bolelli, Lorenzo Sonego, Lorenzo Musetti y Matteo Arnaldi, todos ellos liderados por el número 4 del mundo, Jannik Sinner, ha logrado sorprender al mundo llevándose “La Ensaladera” cuando Italia era un país invitado al torneo.

A pesar de esto, los jugadores capitaneados por Filippo Volandri aterrizaron en los cuartos de final para enfrentarse a los Países Bajos. Fue una eliminatoria sufrida para los “azzurri” que comenzaron perdiendo la serie luego de la derrota de Arnaldi contra Van de Zandschulp, pero en ese momento Sinner se puso el mono de trabajo para empatar la serie derrotando en el segundo partido individual a Griekspoor y posteriormente volvió a hacer lo mismo en el partido de dobles acompañado por Sonego, logrando así pasar a semifinales para encontrarse con la favorita, la Serbia de Novak Djokovic.

El duelo de semifinales parecía una final anticipada y ambos equipos se lo tomaban de esa manera. El primer partido entre Musetti y Kecmanovic estaba cargado de tensión, claramente se pudo ver en la efusividad con la que ambos jugadores celebraban los puntos y los sets. El italiano celebró con rabia la consecución del primer set, pero el serbio le dio la vuelta al partido y lo ganó, dándole el primer punto de la serie al país balcánico y dejándolo todo en manos de “Nole” para cerrar la serie.

Se acercaba el plato principal de esta eliminatoria, puesto que Djokovic y Sinner se volvían a encontrar una semana después de la ATP Finals de Turín, en donde el serbio lo derrotó en dos sets. Sin embargo, Jannik se vistió de héroe en esta ocasión para llevarse el partido levantando incluso tres puntos de partido de Novak y dándole un respiro al combinado italiano, que se jugaría el paso a la final en el partido de dobles.

En este último cruce, Djokovic y Sinner repitieron para buscar el pase a la final y junto a ellos estuvieron Kecmanovic y Sonego respectivamente. A pesar de los esfuerzos de la pareja serbia, el dúo italiano se llevó el cruce, pasando a la final y frustrando el intento de Novak de llevarse su segunda Copa Davis.

Ya en la final contra Australia, Arnaldi puso el primer punto en el casillero para los europeos al derrotar a Popyrin y todo quedaba en manos nuevamente de Jannik, quien a sus veintidós años tenía la oportunidad de llevar a su país a la victoria cuando nadie lo esperaba en un principio. 

“La Volpe” Sinner no falló y derrotó a Álex de Miñaur en dos sets y el combinado italiano saltó a la pista para celebrar un triunfo que el país no lograba desde 1976. Los jugadores levantaron la famosa Ensaladera de plata con una dedicatoria especial al lesionado Matteo Berrettini, haciéndolo parte a él también de este triunfo.

Esta edición de la Copa Davis nos ha permitido ver una vez más el estado de gracia en el que está Sinner en este final de temporada. El de San Candido ha logrado derrotar tres veces en un solo mes a Djokovic y ahora ha sido el líder de su equipo al asumir la responsabilidad en todos los partidos clave y no fallar en ninguna de ellas, convirtiéndose todavía más en un ídolo nacional y la estrella de esta edición del torneo.

Si Jannik continúa jugando de esta forma, que Italia esté tranquila, porque el 2024 puede ser un gran año para este país en el deporte de la raqueta.

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