REVANCHAS DE LA VINOTINTO
Por Richard Méndez
El triunfo ante Paraguay en la segunda fecha de las Eliminatorias de Conmebol han dejado a Venezuela bastante más que tres puntos en la tabla clasificatoria, por lo que encontramos otras ganancias que van más allá de la ilusión de iniciar esta ruta soñando con ir a nuestro primer mundial de mayores. Veníamos arrastrando dos eliminaciones como últimos de la confederación, con profundos problemas dirigenciales y hasta dificultades para elevar el nivel individual de nuestros jugadores.
En lo individual quiero empezar mencionando lo que es un gran ejemplo de perseverancia y fe en lograr lo que se desea, ese es el caso de Alexander González, que fue el único vinotinto en el once ideal de la Conmebol en la primera doble jornada. El mundo le cambió a Alexander en pocas semanas cuando era jugador del Dínamo Bucarest de Rumania en el que venía siendo titular y hasta marcando goles, pero el club no le pagaba, entonces la situación insostenible le llevó a dejar la institución encontrando refugio en Málaga pero sin haber logrado quedar dentro del proyecto del club para el siguiente curso. De pronto el caraqueño se había quedado sin club y sin posibilidades de conseguir donde jugar, así que como único remedio se unió a un grupo de futbolistas sin equipo y trabajaron juntos para mantenerse en forma. Perdió un semestre entero pero logró llevar al fútbol de Armenia donde salió campeón. Luego al Caracas y hoy el lateral más sólido de la Vinotinto.
Un mal hábito que ha crecido en los últimos años mediante las redes sociales es el crecimiento de lo que hoy llamamos "haters" y que no son más que opiniones que en ocasiones se suben de tono y hasta se vuelven una bola de nieve que se transforma en insultos y hasta acoso permanente que puede sufrir un jugador cuando atraviesa un mal momento de forma. Este ha sido el tratamiento que muchas veces ha recibido el goleador histórico de la Vinotinto, el nueve más exitoso que ha nacido en Venezuela y que hoy por razones naturales de edad no ha venido atravesando buenos momentos pero que con su gol ante los guaraníes se sacó de encima buena parte del peso de las críticas. En la Vinotinto necesitamos que todos estén bien emocionalmente para cada partido.
Rafa Romo que fue nuestro primer arquero en una Copa del Mundo en Egipto 2009 con la juvenil de César Farías y que se había ido quedando fuera de la órbita de la Selección y es que la competencia se había puesto dura por el arco. Su regreso en Barranquilla y su ratificación en Maturín demuestran que ha ganado una batalla en medio de la lesión de Fariñez y hoy será una gran competencia por la titularidad en el combinado nacional cuando el meta del Lens se incorpore definitivamente a las convocatorias.
Finalmente, la revancha más importante de todas fue aquella que liberó el pecho de casi cuarenta millones de venezolanos con el grito de gol desde el Monumental de Monagas con los primeros tres puntos de la eliminatoria. Los venezolanos hemos sufrido mucho por tantas derrotas en los últimos dos procesos clasificatorios y sacarse esa tristeza del pecho es por ahora dejar abierta la ventana para mirar la esperanza de estar en nuestra primera Copa del Mundo.