Hay que quitarse el sombrero con Alex Albon

Por Mauro García Forti

El pasado domingo vivimos el emocionante Gran Premio de los Países Bajos, el fin de semana más divertido que hemos visto por el momento en este 2023 y, desde luego, una que ya ha pasado a la historia al ser la carrera con el mayor número de adelantamientos de todos los tiempos con la increíble cifra de 186 adelantamientos, efectuándose 134 de estos durante las primeras cinco vueltas de la carrera en donde la repentina lluvia cogió por sorpresa a todos. 

Como bien sabemos, y para alegría de la enorme masa de fanáticos neerlandeses que bailaban bajo el chaparrón, Max Verstappen se llevó la victoria, pero también hay que hablar de la brillante actuación del hombre que acabó en la octava posición. 

Alex Albon una vez más ha demostrado porqué se merece estar en un asiento de un equipo con mayor rendimiento. El anglo-tailandés ha llevado otro fin de semana a su Williams más allá de donde se esperaba que estuviese, clasificando en cuarto lugar, que por poco no fue un tercer lugar, ya que fue George Russell el que le quitó el puesto en el último segundo. A pesar de ello, Albon superó a coches más rápidos como el Aston Martin de Alonso, el Ferrari de Sainz o el Red Bull de Checo Pérez. 

Ya el domingo, Alonso hizo una de sus genialidades y pasó en la misma curva al Mercedes de Russell y al Williams de Alex, Albon se mantenía quinto luego de recuperarle brillantemente la posición a Sainz y unos segundos más tarde, cuando el diluvio cayó sobre Zandvoort, al coche número “23” no lo llamaron a los pits, sino que una vez más, como suele hacer la escudería de Grove confiando en el talento de su piloto, le encomendaron una estrategia arriesgada en la cual debía resistir en la pista mojada con gomas lisas de seco, una tarea muy complicada, ya que además de estar corriendo mayores riesgos, ganas un tiempo considerable que los pilotos con ruedas intermedias que acaban de hacer la parada en boxes rápidamente te recortarán. 

Y así pasó, Albon perdió dos posiciones, pero sorprendentemente no perdió ninguna más. El expiloto de Red Bull aguantaba en esa pista de patinaje sin que le recortaran demasiado tiempo y con una gestión de gomas que ya es marca de la casa, aguantó en la pista mientras esta se secaba para después alargar el stint con ese neumático blando hasta la vuelta 43. 

Una gesta espectacular, en la que rodó con tiempos competitivos durante toda esa parte de la carrera, entrando en novena posición, montó gomas medias en el pit stop y ganó tres puestos por velocidad pura. Una gestión de carrera inmensa en la que hay que aplaudir también la valiente estrategia del muro de ingenieros de Williams. 

La lluvia repentina del final hizo perder dos puestos a Alex, que se veía descontento por la octava posición conseguida a pesar de ser valiosos puntos para la escudería y que en otras circunstancias habría sido muy celebrada, pero lo demostrado este fin de semana por el equipo británico merecía mucho más desde luego, porque el rendimiento que han tenido en los Países Bajos ha sido espectacular. 

Albon ha demostrado una vez más que lleva al equipo sobre sus espaldas, con un compañero tan falto de experiencia como Sargeant, el joven de 27 años demuestra porqué valía la pena darle una segunda oportunidad después de que lo bajaran del Red Bull al final del año 2020 y ahora es Williams quien desde el año pasado ha visto madurar a su piloto, que no sólo ha puesto las cartas sobre la mesa demostrando su pericia al volante, sino que ha devuelto la confianza a la estructura dirigida por James Vowles rechazando la oferta de volver a la familia de la estructura de la bebida energética. 

Tal es la fe del piloto en el proyecto de reconstrucción de la legendaria escudería que ha ligado su futuro cercano a esta, ahora será el deber de la escuadra progresar si no quieren perder a su estrella ante los equipos punteros que ya han mostrado interés en hacerse con sus servicios. 

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