La irregularidad de la FIA, la gran protagonista de la F1

Por Mauro García Forti

Con cinco Grandes Premios disputados en esta temporada, ya hay varios conceptos que entre los fanáticos están muy claros. Red Bull sigue siendo el líder de la manada y será muy difícil que Max Verstappen no se lleve el título. Pero de lo que no cabe ninguna duda es que el gran protagonista de este inicio de campeonato ha sido la incongruencia para sancionar de la FIA.

Cuatro de las cinco carreras que se han disputado han estado salpicadas de polémica y por si eso no fuera poco, la Federación Internacional del Automóvil sigue en racha, porque desde la segunda carrera en Arabia Saudí hasta la última que hemos vivido en China, sus decisiones han sido el blanco de todas las críticas por parte de los aficionados y de los periodistas.

Todo empezó con la no sanción a Lando Norris cuando se saltó el semáforo en Yeda. Claramente se vio que el inglés arrancó un poco antes de que se apagaran las luces, pero como la máquina no lo captó, decidieron no sancionar a pesar de que se sabe que bajo ningún concepto en la arrancada un monoplaza puede moverse ni un solo milímetro antes de que se dé luz verde para el comienzo de la carrera.

Medio olvidado ya este episodio, llegó la hora de Australia, en donde realmente el fuego se avivó cuando después de la carrera se sancionó con veinte segundos a Alonso por el accidente de George Russell en la última vuelta. 

Los comisarios sancionaron al español por haber frenado cien metros antes de lo normal, maniobra muy común cuando te estás defendiendo de un piloto que llevas muy cerca por detrás, lo que hizo que cambiase el flujo de aire sucio, a lo que Russell no reaccionó a tiempo y se fue contra el muro. Es decir que se sancionó al bicampeón español porque su rival cometió un error y se fue contra el muro. 

Para mayor furia de los fans, a Fernando lo castigaron con una penalización tan severa para asegurarse de que perdiera posiciones. Ante esto, muchos pilotos de todas las disciplinas del motor comentaron su desacuerdo y hasta desagrado con la sanción, llegando algunos a decir que parece que lo que quieren es matar la competición y evitar cualquier duelo en la pista.

Ante estas afirmaciones, la FIA en su empeño por quitarle a Verstappen todas las portadas con sus errores, quiso una vez más hacer de las suyas en el duelo entre Russell y Piastri en la chicane Casio. 

El británico de Mercedes frenó muy tarde, entrando descontrolado a la curva y provocando una situación en la que se hubiesen chocado si el australiano no llega a saltarse el vértice para evitar el contacto.Un claro caso de pilotaje temerario, cosa que normalmente es motivo de sanción. Sin embargo, esta vez los comisarios no vieron nada que castigar al no existir contacto, lo que nuevamente hizo saltar las chispas entre los fanáticos, que recordaban lo ocurrido en Australia.

Y ya con el agua llegándoles al cuello con toda la controversia generada en tres carreras, llegó este fin de semana en China y el principal organismo de la automoción en vez de intentar no repetir estas inconsistencias en su proceder, lo que hizo fue zambullirse todavía más en el desastre.

Lo de este fin de semana en el Circuito Internacional de Shanghai ha sido la clara demostración de la crisis que está sufriendo Dirección de Carrera desde que el legendario Charlie Whiting falleció en 2019. 

Hemos visto sanciones exageradamente elevadas para las acciones cometidas, falta de claridad acerca de los límites de la pista en la clasificación del Sprint y una lentitud impresionante para activar el Virtual Safety Car o hasta para sacar el Safety Car cuando los operarios de pista no conseguían retirar el Sauber de Valtteri Bottas de la pista. Esto es una cosa que no puede ocurrir bajo ningún concepto ya que no debería haber gente en la pista mientras los monoplazas pasan a toda velocidad a pocos metros de allí.

Y esta vez no sólo los seguidores de este deporte se quejaron de la actuación de la FIA, sino que Alonso, el piloto que se llevó la penalización más dolorosa en todo el fin de semana por una acción con Sainz que claramente era un lance de carrera, habló ante los micrófonos, comentando que a este paso no valía la pena correr la Sprint si no les dejaban competir, de esta forma podían ahorrarse otro juego de ruedas para la carrera.

Definitivamente es necesario un cambio urgente en la manera en la que se están controlando las carreras, lo primero es fijar una serie de criterios a la hora de sancionar y sobre todo, que vuelvan las sanciones como el Drive-Through o el Stop and Go que tanto jugo le daban a las carreras en el pasado cuando se cometían infracciones graves. Pero lo que no puede ser es que cada fin de semana haya un criterio distinto acerca de cómo penalizar alguna acción. La causa de todo esto es que los comisarios cambian en cada carrera, cosa que no permite mantener una congruencia en la toma de decisiones en la sala comandada por el Director de Carrera.

Lo que se debería llevar a cabo es que los comisarios mantengan su puesto durante todo el año, como ocurre en el caso de la Nascar o en la IndyCar.

La situación no puede continuar de esta manera, porque cada decisión errónea o tardía no hace otra cosa que destapar las vergüenzas de la categoría y este problema no es digno de la que es conocida como la competición más prestigiosa del automovilismo.

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