Maverick voló para hacer historia

Por Mauro García Forti

Las motos llegaron otro año más a Estados Unidos, hogar de uno de los circuitos más icónicos que tenemos en el calendario. El Circuito de Las Américas, en Austin, Texas.

Con un sentido contrario a las agujas del reloj, asfalto bacheado típico de las pistas estadounidenses y distintas alturas en su trazado, el circuito estadounidense es uno de los favoritos de los pilotos y especialmente de Marc Márquez, quien ha ganado siete veces en ese lugar y partía como el piloto a seguir de cerca por los fanáticos, porque por fin el español tiene moto para ser muy competitivo.

Márquez no decepcionó, siendo realmente rápido en las prácticas y mostrando que poco a poco se está adaptando a la Ducati poco a poco. Sin embargo, quien verdaderamente sorprendió fue Maverick Viñales, quien con su Aprilia mostró un ritmo endiablado que lo llevó a llevarse la pole position por delante de las Ducati y la Gas Gas de Pedro Acosta, quien brilló enormemente durante todo el fin de semana mostrando una grandísima actuación dejando atrás a todos sus compañeros de KTM.

Viñales y Acosta arrancarían la Sprint delante de la jauría de motos italianas que lideraba Marc desde la tercera posición seguido de Bagnaia, Bastianini y Martín. Se esperaba una carrera corta muy intensa y los pilotos no decepcionaron. Desde la arrancada comenzaron las hostilidades en la pista entre las Ducati, la Gas Gas (KTM) y la Aprilia, pero Viñales era muy superior a sus rivales y sin dejar que lo pasaran, construyó una distancia muy cómoda para liderar la prueba y ganarla con una distancia de dos segundos con Marc Márquez, que llegó a la meta en segundo lugar seguido de Jorge Martín y Acosta.

“Top Gun” Viñales había logrado su segunda victoria en una Sprint esta temporada luego de ganar también en Portugal y se postulaba como el candidato número uno a llevarse la victoria el domingo vista la velocidad que había mostrado durante todo el fin de semana. Pero una carrera es larga, y en veinte vueltas puede pasar de todo.

El día de la carrera llegó con un cielo despejado y luego de las últimas charlas, la selección de los neumáticos y la vuelta de reconocimiento, los veintidós pilotos se prepararon para la arrancada.

Una vez dio comienzo la carrera, el caos inició con el toque de Bagnaia a Maverick, que lo mandó directo a la undécima posición. Todo parecía perdido para el piloto de Aprilia, pero ese día el piloto nacido en Girona tenía una cita con la historia.

Por delante, Pedro Acosta lideraba sus primeras vueltas en MotoGP, manteniendo detrás a Márquez, Martín, Bagnaia y Bastianini. El murciano se defendía bien de los intentos de los pilotos de Ducati y a medida que pasaban las vueltas, “El Tiburón de Mazarrón” consiguió establecer un espacio con los perseguidores, pero Marc y Martín también mantuvieron el ritmo de Pedro para hacer de la cabeza de carrera un grupo de tres.

Mientras tanto, Viñales continuaba con su remontada a marchas forzadas, ganando posiciones con muchísima velocidad y acercándose al grupo de delante marcando los mejores registros vuelta a vuelta.

Por un momento Martín parecía escaparse en primer lugar, pero sus gomas se vinieron abajo y continuó la batalla de los tres primeros. El ocho veces campeón del mundo logró quitarse a Martín de en medio y se fue directo a por Acosta, quien había recuperado el liderato luego de un adelantamiento perfecto al subcampeón del mundo. Marc se lanzó a por Pedro y lo pasó, pero cuando finalizaron la siguiente recta, en la frenada se fue al suelo sumando otro cero al casillero.

Acosta se comenzaba a marchar directo a lo que podía ser su primer triunfo en la clase reina del motociclismo, convirtiéndose en el más joven de la historia, pero Viñales ya estaba encima de Martín luego de haber pasado a las Ducati de Bagnaia y Bastianini. Si el de Aprilia no se caía seguramente la victoria era suya.

Y Maverick lo sabía, adelantó a “Martinator” con facilidad y alcanzó a Acosta al cabo de unas curvas. El de Gas Gas se defendió lo que pudo, pero el número 12 era imparable. Lo superó como a los demás y se escapó para recibir el banderazo a cuadros y volver a ganar luego de tres largos años sin subirse al escalón más alto del podio. Convirtiéndose en el primer piloto de la era MotoGP que consigue ganar una carrera con tres marcas distintas, Suzuki, Yamaha y ahora Aprilia.

Con el casco, la máscara y la capa de Batman, Maverick se subió al podio a descorchar el prosecco visiblemente emocionado. Llegó a tocar fondo cuando salió abruptamente de Yamaha a mitad del 2021 y estuvo muy cerca del retiro, pero la firma italiana le dio la oportunidad de redimirse y ocho podios después llegó la primera victoria.

El campeón mundial de 2013 de Moto3 arrasó, se llevó todos los puntos posibles, la pole position y la vuelta rápida para colocarse tercero en la tabla de pilotos a veinticuatro puntos del liderato que mantiene Jorge Martín y a tres puntos de Enea Bastianini que se subió al tercer escalón del podio por detrás de Acosta.

Tanto Aprilia como KTM están recortando la distancia con Ducati, en las tres carreras que llevamos siempre ha habido una moto que evita el pleno de la marca boloñesa y si Viñales sigue con este estado de forma, podríamos verlo mucho más a menudo en el podio.

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