LA FOTOCOPIA BORROSA DE PEP

Por Richard Méndez

Xavi Hernández llegó a dirigir al Barcelona en un momento muy delicado para el club “azulgrana” y todo representaba un reto enorme desde la construcción del equipo hasta las metas reales para el equipo que ya no contaba con Messi.No le ha ido para nada mal si tomamos en cuenta que ya ganó una liga y con suficiente anticipación sobre el Real Madrid.  Al joven entrenador no hay nada que criticarle por alcanzar el éxito con lo poco que tenía a su alcance.

Nadie puede negar sus amplios conocimientos para preparar partidos y es por eso que en el mejor momento del Atlético de Madrid ganó un partido clave dando la sensación de un equipo que estaba regresando a su verdadero estilo. Desafortunadamente para Xavi el fútbol no se hace únicamente con los conocimientos y es necesario saber trasladarlos al jugador acompañado de una importante dosis de liderazgo que sea lo suficientemente conducida para sacar la garra del futbolista y dotarlo de esa personalidad y actitud que es tan útil para ganar campeonatos.

Esa capacidad para hacer que el futbolista saque pecho es algo que con el tiempo seguramente aprenderá y le harán mejor entrenador en el futuro cercano y obtendrá mejores resultados. Para lograrlo es importante también hacer la siempre necesaria autocrítica que no siempre se puede exteriorizar en una sala de prensa porque eso sería arrojarle la pres a la jaula de los leones. En este sentido Xavi irremediablemente nos ha entregado las excusas más inverosímiles que se puedan encontrar, acusando la responsabilidad en que un partido se juega de día y su equipo está acostumbrado a jugar con luz artificial o culpar a la altura del césped del desempeño de su equipo y hasta finalmente atreverse a responsabilizar de un mal momento a las críticas de los medios.

No me queda duda que Xavi será un gran entrenador, tal vez igual de brillante que fue el propio técnico cuando le tocó estar en cancha junto a Iniesta y Messi dirigidos por el maestro Guardiola. que sin duda es el modelo a seguir, pero que para llegarle hace falta mucho más trabajo, liderazgo, determinación y sobre todo autocrítica aun cuando ésta sea a puertas adentro del vestuario. Si Xavi completa estas etapas entonces dejaría de ser la fotocopia borrosa de Pep para ser una copia basada en el tan cacareado “ADN Barça” que con Guardiola tuvo su pico más alto.

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