EL MAMARRACHO FEDERATIVO
Por Richard Méndez
Unas pocas acciones fueron suficientes para que con la irrupción del presidente de la Real Federación Española de Fútbol se opacara el histórico título alcanzado por las chicas en el mundial femenino de 2023. Luis Rubiales con su beso a la jugadora Jenni Hermoso en plena premiación ha desatado una reacción que inmediatamente hizo callar las manifestaciones de júbilo tras un triunfo mundialista para centrar a toda la sociedad en un profundo escrutinio a la lamentable actuación que tuvo su pico más lamentable en la premiación de las campeonas, pero que venía precedido de detestables momentos.
Antes del pitazo final se podía ver en el palco destinado a las autoridades a un personaje vistiendo traje que se comportaba como un “barra brava” dando saltos al tiempo que se tomaba en el arrogante gesto de sujetar sus genitales rompiendo con toda norma de respeto a los que con él se encontraban en ese sector de la tribuna. Lo grotesco de sus actuaciones tocaron el fondo cuando sembró el beso a Hermoso que sorprendida no reaccionó.
La vida le daba una oportunidad para devolverle algo a la jerarquía de una federación que acaba de ganar un título mundialista con la posibilidad de su dimisión, pero contrariamente decidió encarar la bravuconada siendo categórico al decir: “No voy a dimitir”. Lejos de resolver algo, terminó complicándolo más en un tiempo donde la voz de igualdad y respeto tiene mayor fuerza que nunca.
El tema alcanza incluso para que los politiqueros se suban a la tarima a aprovechar el momento para sumarse a la luz de los reflectores y así desde el Presidente del Gobierno de España, sumando algunos ministerios y hasta la mismísima FIFA se han pronunciado. Curiosamente el mismo ente que rige el fútbol que nunca se ha pronunciado en favor de la mujer cuando fue vejada en el país al que le confiaron ser sede del último mundial y es ahora uno de los que señala y suspende al federativo español.
La próxima vez tendrán que considerar mejores opciones para dirigir una federación de fútbol de un país de tanta tradición como España y ahorrarse a directivos mamarrachos que en pocas horas son capaces de borrar de la opinión pública el tema de las Campeonas Mundiales y poner en su lugar el bochornoso episodio que ha causado al deporte español.
