Atletas transgénero: ¿Ventajas o inclusión?

Por Leopoldo Carrasquero

En los últimos años, ha cambiado la legislación en algunos deportes que permite a atletas transgénero, competir con en la categoría en la que se siente identificado. Esto ha abierto un gran debate en el mundo deportivo por las ventajas físicas que representaría un atleta en el caso que compita como mujer. La falta de conclusiones científicas definitivas no ayudan a cerrar el debate.  

El caso más reciente es el de la nadadora de Lia Thomas, quien ganó en la prueba de 500 yardas estilo libre en el campeonato de la NCAA, el campeonato universitario de los Estados Unidos. Su presentación causó molestia por parte del público y algunas de sus compañeras, al considerarla que contaba con ventaja competitiva. Thomas, hasta 2019, compitió con el género masculino, pero desde su reasignación y entrada en la categoría, comenzó a dominar con facilidad sus pruebas.

Los estatutos de la NCAA permitían la participación de Thomas como atleta trans en sus torneos, siempre y cuando se sometan a un tratamiento de supresión de testosterona de un año, lo cual Thomas cumplió. Técnicamente, no faltó a ninguna norma. Sin embargo, la federación estadounidense de natación anunció nuevas reglas para sus deportistas transgénero, incluidos los límites de testosterona, tras las victorias conseguidas en las piscinas universitarias por la nadadora. La NCAA, indicó que se apegaría al reglamento de USA Swimming.  

En agosto pasado, se hizo historia durante  los Juegos Olímpicos de Tokio, cuando la neozelandesa, Laurel Hubbard, se convirtió en la primera atleta transgénero en competir en los Juegos Olímpicos, pese a las expectativas no pudo completar ningún levantamiento. La “ventaja deportiva”, esta vez no causó mayor diferencia, pero dejó la puerta abierta para más aperturas por parte del olimpismo.  


En noviembre pasado, el Comité Olímpico Internacional, anunció un nuevo marco legal, abriéndole más las puertas a los atletas trans, afirmando que ningún atleta debe ser excluido de la competición por suponer que tiene una ventaja debido a su género. Sin embargo, le delegó a cada Federación deportiva decidir cada caso. 


Por otra parte, en enero, 40 científicos y médicos que trabajan para World Athletics, World Triathlon, UCI, entre otros; firmaron una declaración donde se pide al COI, abrir un debate profundo; ya que: “Ignora la ciencia sobre el sexo, el género y el rendimiento y se enfoca principalmente en la inclusión”. Indicaron. Además, consideraron este nuevo marco “injusto para el deporte femenino”.   

¿Qué dicen los investigadores?

Desde la parte científica, en una entrevista al Diario el Confidencial, Javier Gil Quintana, profesor asociado de la Universidad de Valencia e investigador de la inclusión de los atletas trans, indicó que se tiende a ejemplificar las supuestas ventajas competitivas por deportes como el levantamiento de pesas: “Por un lado, no está del todo claro cuáles son las capacidades que hacen a una persona despuntar en cada deporte; no es lo mismo ganar en atletismo, que en fútbol o tiro con arco. Cada deporte exige unas habilidades distintas”. “Faltan estudios que demuestren una superioridad de hombres sobre mujeres en cada uno de estos aspectos”. Aclaró.

Sobre este tema, se podría considerar como ventaja las habilidades desarrolladas por Lia Thomas para la natación, ya que lo ha practicado desde corta edad. Pero, habría que estudiar si un/a atleta decide comenzar a especializarse en una disciplina luego de su transición. ¿Sería ventaja? Sea cual fuere el deporte. Otro debate adicional.

La diferencia, la suelen marcar los deportes donde hay más contacto físico. Los críticos indican, que esa diferencia que puede ejercer una mujer trans, puede perjudicar la carrera una atleta que por ejemplo se dedique a un juego de equipo como fútbol, rugby o de combate. En el deporte infantil, ese aspecto preocupa mucho más a los padres que cualquier ventaja competitiva.  

En una entrevista a The Times, José Martínez Patiño, ex atleta, miembro de la comisión científica de la Universidad de Vigo, indico: “Las atletas trans, a pesar de que los niveles de testosterona bajan, tienen ventajas que no tienen las mujeres cis: Tienen más estatura, más fuerza, menos anchura de pelvis y son mucho más agresivos. Una cosa es competir y otra competir a alto nivel”. 

Es allí donde el tema entra en otra arista, afortunadamente cada día se abren más espacios a la inclusión, pero hay una diferencia, sobre si es lo mismo ser atleta o ser atleta de alto rendimiento. Ser atleta para un transgénero afortunadamente está garantizado.

Asimismo, las atletas tienen también tienen desventajas físicas. Joanna Harper, quien participó en el estatuto del COI para deportistas trans, indicó en una entrevista a diario.es que: “Las mujeres trans también tienen desventajas. Con el tratamiento hormonal desciende su capacidad aeróbica y su fuerza muscular, pero su estructura y sus huesos permanecen igual. Tienen mayores cuerpos, impulsados por una masa muscular y una capacidad aeróbica menor. Es como un coche grande con un motor pequeño, compitiendo contra un coche pequeño con un motor pequeño”.

Si hay alguien que tiene algo que decir son las atletas. Recientemente, la argentina Paula Pareto, campeona olímpica de judo en Río 2016 y médica traumatóloga, opinó: “Es muy difícil porque si en mi categoría entra una chica trans, la acepto, pero sé que estoy disminuida en condiciones. Es que por una cuestión hormonal, va a tener más fuerza que yo y la acepto sabiendo esto porque si no es excluirla. Lo acepto, pero no estoy del todo conforme”. Además, abogó por una tercera vía, abrir una categoría trans para el deporte. 
           

Otro caso es el Izsac Henig, quien es un hombre transexual, que compitió, y con muy buenos resultados, en el Campeonato Femenino de la Ivy League, junto justamente con Lia Thomas. Henig, sigue compitiendo con mujeres porque no se ha sometido a tratamientos hormonales. Pero su aspiración natural es competir con hombres y allí viene la gran interrogante, su desempeño.  

En conclusión, el mundo trabaja por la diversidad y la inclusión. De este modo, hay que abogar porque las autoridades del deporte mundial  sean diligentes para gestionar una materia que tiene muchas aristas sin conclusiones definitivas, tanto médicas y deportivas, pero que necesita encontrar el equilibrio adecuado para que prime la igualdad en el deporte.

Comentarios (1)

  1. ¿Por qué La FINA decidió prohibir a nadadoras transgénero en participar en pruebas femeninas? – Tribudeportiva

    […] después de la polémica suscitada con la nadadora Lia Thomas, algo que ya habíamos tratado en Tribu Deportiva, quien ganó en la prueba de 500 yardas estilo libre en el campeonato de la NCAA, el campeonato […]

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